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lunes, junio 07, 2010

torito inn

Ayer pasé la noche en el torito de San Juanico.

La causa de mi detención fue un faro del auto "a media luz", un alto que me pasé (después de haber hecho alto total y haber mirado hacia ambos lados) y 2 chelas que veníamos ingiriendo mi hermana y yo.

La verdadera causa es la ignorancia, la prepotencia, la desfachatez que se respira en lo política mexicana y que se acentúa en el Edomex, donde me pararon los policias.

No protesté, no quise soltar mordida, preferí muy a la "héroe" quedarme a dormir en los separos.

Cuando llegué pensé que probablemente me soltarían después de unas cuantas horas al ver que no llevaba aliento alcohólico, que estaba flojito y cooperando y sobre todo, que no obtendrían de mí un centavo.

No fueron unas cuantas horas, fueron 12. Por lo menos no cumplí las 36 con las que me amenazaban.

Busqué inteligencia, coherencia en alguna de las personas que laboraban en San Juanico Tlalnepantla, pero fue inútil. Cuando yo demostraba una actitud serena, resignada en toco caso a dormir y chingarme en el famoso torito, lo que recibí fueron provocaciones buscando que me exaltara para poder fincarme más responsabilidades, supongo.

En todo caso, el carcelero, un comandante de tránsito jubilado de edad avanzada, intentó actuar como el caritativo y comprensivo haciéndome la plática pero a la mera hora soltó amenazas disfrazadas del tipo "al rato van a traer a los más cabrones, ojalá no te pase nada" y "te van a hacer efectivas las 36 hrs sin comer y sin que nadie te pueda ver".

Si yo estuviera en edad un poco más vulnerable me habrían aterrado, afortunadamente no pasó de unas risas en cuanto salió el anciano corrupto. Claro, después de dejarme ver la idea de que podría dejarles mi celular a cambio de que me soltaran. Oferta que consideré pero al estar reseteando mi teléfono pensé que sólo faltaban 4 horas para el cambio de turno y entonces me dejarían salir sin dar nada; por lo que deseché la idea.

Dormí terriblemente mal. Triste, al pensar que estaba secuestrado por faltas estúpidas, ridículamente menores y porque dos policias gordos y mediocres se habían quedado con las ganas de sacar para su cena al detenerme, y también dos funcionarias publicas igualmente gordas y mediocres habían llevado la misma frustración.

En la mañana, cuando me cambiaron a una celda más pequeña en donde me fue a visitar una ratita y algunas tijerillas, me había ya hecho a la idea y todo el asunto me parecía irrisorio, en el mejor de los casos.

Mi orgullo intacto! jeje...

Mi bolsillo sano y salvo!

Mi noche sacrificada, ni modo. Las dos últimas horas fueron desesperantes, pero a las 2:30 de la tarde estaba libre, cansado y sonriente.




2 comentarios:

Jacka [Killer Queen] dijo...

Toritoooooooooo, de haber sabido te llevaba tus chilaquiles para la salida.

Qué coraje Ze, algo se debe poder hacer al respecto.

Te quiero.

Anónimo dijo...

Vientos Eres mi heroe ka cada vez mas rebelde

como no estuve contigo minimo para tomar las chelas ja ja

FM