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sábado, diciembre 25, 2010

2010

Cerrando el año, me doy cuenta que mi situación es de las mejores que he tenido. Tengo:

Buenos amigos, los cuento con los dedos de las dos manos, pero me sobran dedos.

Una familia nuclear a quienes ahora veo como 3 de esos, mis mejores amigos.

Una familia satelital cariñosa, cercana y que comparte.

Un trabajo, si bien intenso, bastante congratulante; me han dado oportunidad de desarrollar aptitudes que no me conocía.

Una casa-estudio donde soy el rey de mi palacio en la Villa.

He cogido delicioso.

Tengo un secreto.

He comido y bebido igual.

Toco más bonito y sé poquito más música que antes.

He escuchado excelente soul y no soul.

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Recuerdo que el 2010 no inició muy bien, pero ya que está acabado, creo que fue un bonito año.

A todos los que rodean mi intimidad. Se les quiere.

martes, septiembre 21, 2010

decisiones

La suma de pequeños segmentos de tiempo, acumularon un alto porcentaje de mi día dedicado a pensar sobre las decisiones. En particular, sobre las decisiones que tomamos apresuradamente, sin fundamentar las acciones y que, en muchos casos, tienen fuerte impacto pues determinan nuestros pasos sucesivos.

La última mala decisión que tomé, me cobró con una noche de vómito y dolor intenso. A la fecha debo dinero y sigo pagando de distintas formas los estragos de una mala inversión.

No dramaticemos, sigo vivo y contento, aunque estoy consciente de que fue una pésima acción. Un movimiento torpe y en falso. Tampoco es que todo haya sido malo, sólo que no es suficiente para compensar.

¿Por qué estaremos tan convencidos de que cagarla es sinónimo de aprender? Cierto es que resulta un bonito consuelo: "la cagué, pero ya aprendí, no me vuelve a pasar", "así se aprende"... Podríamos ahorrarnos muchas vueltas si la filosofía fuera "primero aprendo, y luego NO la cago".

Conforme me he ido conociendo, detecto más rápidamente cuando estoy tomando una decisión y la determinación con que la tomo. Por ejemplo, recuerdo que, caminando por CU, de regreso de clases en Filosofía y Letras tomé la decisión de terminar lo más pronto posible la carrera. Lo tengo muy presente porque estaba llegando al hallazgo de que me conocía mejor, estaba haciendo consciente una decisión y sabía que la cumpliría sin esfuerzos.

No fue lo suficientemente fuerte.

Días después, recuerdo haber tomado una nueva decisión al respecto. Como siempre, se me hizo tarde para llegar a mi clase. Aún así, tenía la opción de poner mi cara de pendejo y rogar que me permitieran la entrada. Decidí que no lo haría y con ello, estaba decidiendo no terminar la carrera.

Mirada borrosa, decisión atropellada por mí mismo.

Curioso, porque en el transcurso de pocos días, cambié una buena decisión, por una mala. Es como esos momentos "hubiera"... como la película "What if" en la que se observa el paralelismo de las decisiones.

Una cosa me parece importante mencionar.

La decisión de terminar la carrera era la "correcta" porque hubiera cerrado algo que comencé y seguramente me hubiera sentido muy bien conmigo mismo.

Por otro lado, hoy estoy seguro de que la carrera de letras hispánicas me dio una terrible hueva porque simplemente, no soy de ahí. Me encanta la lengua; eso sí. Digamos que es un deleite para mí; pero el precio para dedicarme a eso eran unas aburridísimas clases sobre literatura mexicana del s. XIX, o literatura española de los siglos de oro. Dios mío, dame paciencia.

¿Literatura mexicana del s. XX? uf, no.

¿Literatura iberoamericana 5? Por favor, alguien sáqueme de aquí.

Y me saqué de ahí.

Eso no excusa mi problema con el compromiso y la puntualidad. Eso es cierto, tengo un fuerte problema.

Efectivamente, las materias de la carrera que se enfocaban al estudio de la lengua, tienen asentado en el historial académico un promedio hermoso. Fui un estudiante brillante, curioso, a veces incluso burlón pero también certero.

La parte de mi historial académico dedicado al bloque de literatura... qué desperdicio de papel.

Pero siempre me sentí lo suficientemente brillante como para no esforzarme. Fatal error. La materia cumbre de todas las de lengua; filología hispánica me mandó a la lona. La maestra tenía una visión marcial de disciplina y compromiso. Caí en la batalla por sentirme muy verguitas.

¿Dónde habría quedado la música si hubiera seguido los pasos que me encaminaban a ser un apolíneo laureado?

¿Dónde queda la música ahora mismo?

miércoles, julio 14, 2010

Sentencia, ancianidad y enanos

Véase: http://eleconomista.com.mx/notas-online/df/2009/07/01/realizan-autopsia-luchadores-muertos-df

Reciben sentencia las prostitutas que asesinaron a luchadores profesionales enanos. No es un cuento, pero podría serlo.

Imaginemos la escena: dos hermanos luchadores enanos bien pedos agarran fiesta en Garibaldi acompañados de dos prostitutas. Una de ellas tiene 65 años de edad y le apodan "La Tía"; la otra, menos afortunada para el pseudónimo, "La Gorda", cuenta 44 años.

Destaquemos en este punto la edad de una de ellas. Sí, 65 años.

!!!

¿Están celebrando algo? una victoria reciente, un contrato recién firmado, un patrocinio logrado. No sabemos; sólo sabemos que beben alegremente.

Si bien la belleza es subjetiva, contamos con elementos para saber que las prostitutas que los acompañaban no eran lo que la mayoría consideraríamos como agraciadas. Elemento uno: la edad de una de ellas (sí, reitero, 65 años); los años se notan y no es probable que la respetable haya llevado una vida de cuidados estéticos ni de salud. Mi reina, debería estar descansando ya en casa sin preocuparse por trabajar. Y menos de piruja. Elemento 2: el pseudónimo de la segunda. "La Gorda". No más comentarios.

Regresemos al hecho.

Pasado el tiempo y las cubas deciden meterse todos a un hotel barato: "El Moderno" La oscuridad del lugar deja ver sólo algunos colores oxidados, el olor penetrante es el del odorante limón que se esparce en los baños, las sábanas y perdura a lo largo de pasillos y escaleras. Escaleras chiclosas cubiertas por una alfombra café con manchas de no sabemos qué sustancias.

¿Por qué deciden meterse a un hotel barato? Si bebían era porque celebraban algo. Si las prostitutas los ubicaron para asaltarlos fue porque es altamente probable que estuvieran gastando cantidades elevadas en sus bebidas. ¿Es la fuerza de la costumbre? ¿Sencillamente no querían alejarse más? ¿El erotismo no es lo suficientemente preciado como para gastar en él? ¿Las prostitutas eran demasiado feas? ¿Las prostitutas les recordaban a las vecinas de su barrio lo que generaba un sentimiento mezclado de familiaridad, de identificación, de igualdad (en la jodidez originaria)? Vaya el diablo a saber.

Adivinamos que todo sucedió incluso antes de soltar las riendas a la lujuria, dado que en su informe, el gerente del hotel menciona que las mujeres estuvieron en el cuarto sólo unos minutos.

-Dato que tampoco tendría que ser raro, considerando que la mayoría de los mexicanos nos venimos en pocos minutos-
- pero que podría ser raro al pensar que sí ya traían buena fiesta, lo más probable sería que por lo menos descansaran un poco antes de salir-

Este último dato no lo he confirmado del todo. El universal escribe que fueron "algunas horas" las reportadas por el gerente.

Una distracción creada. Dejemos volar la imaginación para esta escena. Uno de los luchadores va al baño; el otro que permanece en el dormitorio comienza a ser seducido por su respectiva amante pagada. Mientras ríe a carcajadas con el chaparrito y le pone tremendo faje, mira de reojo a la otra mujer urgiéndola a que llevara a cabo su parte: vertir algunas gotas oftalmológicas en las cubas. ¿contó las gotas? ¿el nerviosismo provocó un derrame excesivo?

Nada glamouroso: tal cual, gotas oftalmológicas.

- ¿Se quedaron dormidos?
- sí míralo, mi buen ya está bien dormido, condenado enano.
- pos órale manita, no se me apendeje.

Cuando las víctimas están adormecidas, las prostitutas toman dinero, celulares, joyas y todo lo que encuentren de valor.

El celular ha sido la peor elección pues al final será el artefacto por el cual la policía supo la ubicación de una de ellas.

Misma pregunta ¿habrán llevado un buen camarón?, ¿una cantidad suficiente como para asaltarlos?, ¿más que suficiente como para matarlos? Ponerse pedo en Garibaldi no es en absoluto caro. "El Moderno" debe ser baratísimo.

Al día siguiente el camarero toca la puerta del cuarto para solicitar su desalojo, nadie responde. Informa al gerente, quien presto abre con la llave maestra la habitación y encuentra los dos pequeños cuerpos sin vida. Tiesos, con rasgos de haber sufrido por los síntomas que mencionaré más adelante.

La preocupación surge cuando se dan cuenta de que quienes habían muerto eran dos astros de la lucha libre mexicana: La Parkita y El Espectrito; vaya coincidencia con los nombres y el hecho.
-Chíngale, estos weyes son luchadores y bien famosos, ya valió verga patrón.
-pero si, no mames, ¡son enanos wey!
-No neta que sí patrón, mírele las credenciales...

Al destaparse el chisme en noticieros, una de las prostitutas huye inmediatamente a su pueblo natal en el estado de Hidalgo. Le revuelcan las entrañas el terror y la culpa. Se siente un monstruo; se siente perdida, muchas veces su persona le provoca asco y miedo. No ha dormido aunque asiste a la iglesia diario; varias horas. La otra ha decidido vivir orgullosa. No le teme a la policía. Se ha creado justificaciones fuertes, ya no considera que cometió ningún pecado. Decide quedarse.

¿La intención era asesinarlos? podríamos adivinar que no, que fue un accidente, un error; la intención era adormecerlos y asaltarlos.

Sin embargo, la policía recuerda el caso de "Las Goteras", banda desintegrada en 2008 que utilizaba el mismo método para sedar y en ocasiones asesinar a las víctimas: mezclar gotas oftalmológicas con alcohol para provocar intoxicación; dependiendo de la dosis.

Como dice "el Universal":

"Sin embargo, en muchas ocasiones la dosis provocaba a las víctimas estados de inconsciencia o la muerte por congestión visceral generalizada, asfixia por obstrucción de las vías respiratorias, edema cerebral y pulmonar, infartos pulmonares y al miocardio, así como hemorragia cerebral."

Suena a que está de la verga.

Bien, pues el caso es relacionado con este asesinado. Es probable que las prostitutas hayan actuado "por imitación" y la intención haya sido matarlos. Sigue siendo posible que las prostitutas hayan conocido el método pero no la dosis. Tampoco es que la banda de Las Goteras mataran a todos los asaltados; fueron pocos casos en los que el homicidio tuvo lugar.

Debemos sumar un tercer elemento: una prostituta de 58 años que sólo bebió con el cuarteto, pero no subió al hotel; ella fue clave para sentenciar a "la tía" y "la gorda". Esto sí que me suena raro; fue detenida por "informes" de comerciantes de la zona, varios meses después.

Su caso se estudia en la Fiscalía Central de Investigación de Homicidios. :)

En lo que respecta a La Gorda y La Tía, la sentencia es la que nos dice Proceso:

"El juez 69 penal sentenció a 47 años y seis meses de prisión a las dos mujeres que dieron muerte a los luchadores La Parquita y El Espectrito Junior 2.
El juez determinó que María de Los Ángeles Sánchez Rueda y Estela González Calva, autoras materiales del doble homicidio, deberán pagar 43 mil 290 pesos por reparación del daño y 97 mil 920 pesos a favor de los hijos menores de los afectados para su atención psicoterapéutica."

lunes, junio 07, 2010

torito inn

Ayer pasé la noche en el torito de San Juanico.

La causa de mi detención fue un faro del auto "a media luz", un alto que me pasé (después de haber hecho alto total y haber mirado hacia ambos lados) y 2 chelas que veníamos ingiriendo mi hermana y yo.

La verdadera causa es la ignorancia, la prepotencia, la desfachatez que se respira en lo política mexicana y que se acentúa en el Edomex, donde me pararon los policias.

No protesté, no quise soltar mordida, preferí muy a la "héroe" quedarme a dormir en los separos.

Cuando llegué pensé que probablemente me soltarían después de unas cuantas horas al ver que no llevaba aliento alcohólico, que estaba flojito y cooperando y sobre todo, que no obtendrían de mí un centavo.

No fueron unas cuantas horas, fueron 12. Por lo menos no cumplí las 36 con las que me amenazaban.

Busqué inteligencia, coherencia en alguna de las personas que laboraban en San Juanico Tlalnepantla, pero fue inútil. Cuando yo demostraba una actitud serena, resignada en toco caso a dormir y chingarme en el famoso torito, lo que recibí fueron provocaciones buscando que me exaltara para poder fincarme más responsabilidades, supongo.

En todo caso, el carcelero, un comandante de tránsito jubilado de edad avanzada, intentó actuar como el caritativo y comprensivo haciéndome la plática pero a la mera hora soltó amenazas disfrazadas del tipo "al rato van a traer a los más cabrones, ojalá no te pase nada" y "te van a hacer efectivas las 36 hrs sin comer y sin que nadie te pueda ver".

Si yo estuviera en edad un poco más vulnerable me habrían aterrado, afortunadamente no pasó de unas risas en cuanto salió el anciano corrupto. Claro, después de dejarme ver la idea de que podría dejarles mi celular a cambio de que me soltaran. Oferta que consideré pero al estar reseteando mi teléfono pensé que sólo faltaban 4 horas para el cambio de turno y entonces me dejarían salir sin dar nada; por lo que deseché la idea.

Dormí terriblemente mal. Triste, al pensar que estaba secuestrado por faltas estúpidas, ridículamente menores y porque dos policias gordos y mediocres se habían quedado con las ganas de sacar para su cena al detenerme, y también dos funcionarias publicas igualmente gordas y mediocres habían llevado la misma frustración.

En la mañana, cuando me cambiaron a una celda más pequeña en donde me fue a visitar una ratita y algunas tijerillas, me había ya hecho a la idea y todo el asunto me parecía irrisorio, en el mejor de los casos.

Mi orgullo intacto! jeje...

Mi bolsillo sano y salvo!

Mi noche sacrificada, ni modo. Las dos últimas horas fueron desesperantes, pero a las 2:30 de la tarde estaba libre, cansado y sonriente.




martes, abril 13, 2010

vecindad

Muchos descubrimientos hoy, universos paralelos. Tuve que destruir la unidad habitacional araña a las afueras del cuarto de ensayos.

Luego vi uno de los ex inquilinos, un grillo, siendo devorado por hormigas que envolvían todo su cuerpo.

Descubrí por fin la casa hormiga y pude imaginar el camino que siguen para aparecer en mi baño cuando me ausento más de dos días.

Siendo sincero, pensé en inundarla; sin embargo... no. Podemos seguir compartiendo el espacio.

Con las arañas es diferente. Seguramente encontraran otro lugar. Yo sugeriría la casa vecina, que permanece deshabitada por el humano.
Así es la vida en esta vecindad.






lunes, marzo 22, 2010

Sobre un parche para tarola

Me visitó Rodrigo en la noche. Ensayo de banda en PicaPica. Unos timbales muy ruidosos al fondo. Conversamos en la cocina; como siempre, plática inteligente, sensible, franca, cariñosa.

Me había dicho que me tenía un regalo, no imaginé qué era. Más bien me imaginé que era algún souvenir atrasado de sus extravagantes viajes, pero no.

Antes de declarar el regalo, contextualizaré a mi querido lector sobre esta onda.

Conocí a Rodrigo en la secundaria, cuando tenía yo alrededor de 13 años. Me parece que fue en segundo grado cuando, junto con otro amigo-hermano, Miguel Robledo, comenzamos a aficionarnos a la batería. Fantaseábamos con tocarla, comprábamos revistas, escuchábamos discos, tomamos clases y entre esas actividades de nuevos amantes del tambor, asistimos a una clínicas gratuitas sobre el instrumento que por esos días se daban en la Casa del Lago, en la escuela de Yamaha al sur o bien, en TopMusic, en el centro.

En la adolescencia las amistades son, en realidad, hermandades. Lazo duro para afianzarse al mundo.

En aquellos días no había ni la mitad... vaya ni una décima parte de los conciertos y tocadas que hoy se organizan, así que esa era una de las pocas oportunidades de escuchar a un baterista tocando en vivo.

Otra de las cosas buenas de las clínicas es que siempre obteníamos regalos: catálogos que surtirían nuestras paredes de bonitas fotos; playeras que usaríamos al tocar, cuando por fin pudiéramos comprar una batería y PARCHES para los tambores.

En alguna de esas clínicas, nos regalaron a los tres un parche para tarola de marca Ludwig. Fue, literalmente, un tesoro. Me acuerdo cómo pasamos horas mirándolos, fantaseando, disfrutándolos.

El mío lo usé en cuanto tuve mi primer bataca: una princess hermosa, viejita viejita, sonoooooora y deliciosa.

No recuerdo cuándo ni como el parche pasó a mejor vida, pero sí me acuerdo perfecto que me dio horas y horas de diversión y madrazos.

Rodrigo conservó el suyo y 18 años después me lo trajo como regalo.

Creo que la batería está ligada de una forma mágica al audio y a la producción. Muchos de los inges a quienes admiro y con quienes trabajo y me enseñan tienen su pasado en el tambor: Luis Felipe, Mintel, Rosanoff... y bueno, Chucho no fue baterista, pero fue bajista que es de la familia.

Amo el tambor, estoy enamorado de las bases consistentes, del groove macizo y conciso.

A mi Rod lo abrazo, lo quiero. Le agradezco su presencia y su amistad constante como el groove.

miércoles, marzo 17, 2010

chamomile de regreso

Ayer tocó chamomile en el Imperial, todo salió a pedir de boca y las condiciones positivas se fueron sumando una a una durante el proceso de llegar a esa noche.

Primero parecía todo caótico; poco tiempo, nada armado para presentar pero sí muchas ganas, así que sabiendo que trabajamos mejor bajo presión, decidimos solicitar la fecha y nos dieron un martes.

Habiendo tocado antes en el imperial en 3 ocasiones, jamás en martes, podría pensarse que no nos gustaría el trato; sin embargo sabemos que ausentarse del escenario durante un año tiene su costo y que ahora tenemos que ganarnos de nuevo un lugar.

La primera vez que tocamos en el imperial nos jaló el señor mandril para abrirles una fecha en viernes. Muy buena tocada, calculo que 50% de la gente que asistió fueron invitados nuestros. La segunda vez nos invito Hugo Chávez que tocaba el bajo con nosotros por esos días. Fue un intercambio pues su banda no podía ir a tocar, tons metió a la chamomile. Me parece que fue un jueves y la repartición de invitados fue también equitativa. En la tercera ocasión fueron los PilaSeca quienes nos invitaron a tocar en un sábado. Me atrevo a decir que la mayoría de la gente fueron invitados nuestros puesto que mi hermana y yo hemos estado en muchas de las tocadas de Pilaseca en el DF y no suelen tener llenos los lugares, aquí la gente todavía los conoce poco, aunque son notables los esfuerzos de DosAbejas, la productora que los mueve. Eso, al menos hace un año que fue cuando tocamos. Los ingresos se los cedimos completos a los Pilasecos (excepto por los sueldos de los músicos que nos acompañaron esa vez) porque ellos tienen que viajar para tocar acá; llegamos a un acuerdo de que nos invitarían a tocar a San Miguel de Allende (en donde radican) y ellos cederían las ganancias. Esa fecha todavía no llega, pero cuando haya oportunidad, nos encargaremos de recordarles :P

Así nos despedimos de los escenarios momentáneamente hace un año. Hoy que regresamos, como dije, hay que ganar los espacios de nuevo.

Tocar en martes ya de por sí suena difícil. Que la gente asista se vuelve complicado por los trabajos y las obligaciones de cada quien, es por eso que se sabe de antemano que no ganarás mucho dinero ese día.

Como buen antro que es, el Imperial se protege con el 50% de las entradas. Me parece muy respetable porque es (casi) el único lugar con un nivel profesional que permite que las bandas nuevas se presenten. Tienen de los mejores backline que he visto (marshall, fender, yamaha... todo bonito!); poder de amplificación respetable, agradable y potente, instalaciones lindas, público cautivo (más pegados al fin de semana) y lo mejor: CÁTERIN decente para los grupos y un mesero designado al que no hay que estarle rogando para que te surta las chelas que el lugar te da. Ya en tocadas de fin de semana se pone más chido porque abren el camerino y te rolan los redbull y la botella de lo que quieras.

En fin, nuestra primera experiencia Imperial tocando en martes no dejó qué desear. En esta tocada sí me atrevo a afirmar que nosotros llevamos al 80% de los asistentes. La banda con la que alternamos no llevó invitados, no abrió evento en facebook, no hizo flyer, en fin, sinceramente siento que descuidaron su presentación en ese lugar. Como mencioné, martes es el día más difícil. Yo no salgo a fiestear en martes, el menos. Parecerían pocos, pero más o menos 60 personas es buen logro. Sé que los cuates querían tocada de chamomile en fin de semana y sí; hace falta más fiesta.

De haber sabido esto, hubiéramos negociado un mejor porcentaje para nosotros, peroooooo: eso debe tratarse antes y en esta ocasión, reitero, estamos en la idea de ganarnos lugar y esto se logra con humildad y chamba.

Las condiciones que parecían malas, se fueron convirtiendo en buenas: que hubiera poca gente permitió que nos sintiéramos más tranquilos y no cagarla. Puros cuates cercanos nos liberó la tensión y pudimos tocar a gusto. Fuimos banda abridora lo que nos permitió dar más fuerte impresión y agarrar con buen ánimo todavía a la gente. Muchos se fueron en cuanto terminamos de tocar porque debían trabajar al día siguiente.

La otra banda no tuvo tan buena respuesta por la hora, la mayoría de la gente se había ido y porque sinceramente, el imperial no es antro de jazz suavecito. Ellos tocaron muy bien, pero no creo que haya sido el mejor contexto.

El mejor apredizaje de esta tocada fue que lo mejor es resolver todo entre mi hermana y yo quienes somos los que tenemos el proyecto.

Itzam y Dan (bajo y batería respectivamente) nos hicieron la peor jugada del mundo: decir que sí pueden, mantenernos una semana así para al final, el último día, cagarse en los calzones y no asistir al ensayo. Lo bueno es que lo presentíamos (no es la primera vez que lo hacen) y nos pusimos a sacarlo todo entre nosotros.

Estación Jamaica (sección rítmica) echó el palomazo en Un Paso Más. se disfrutó mucho, sin obligaciones, sólo por el placer y porque nos queremos. Negrito Man Roots, o sea, Uri, se quedó en el escenario con nosotros para 4 canciones más, tiene un talento hermoso y es un querido hermanito. Su voz y su sonrisa nos elevó el corazón.

Vimos amigos que hacía mucho tiempo no teníamos el gusto (tenemos que tocar pa que vayan a vernos, jeje) y otros que vemos casi a diario y nos llena de placer que nos acompañen. Amigos que apoyan con cariño, como Mintel quien además de darnos asesoría general CONSTANTE, ese día tomó fotos, se peleó con el valet parking (jajaja) y nos ayudó con la llevadera de gente. Arturo que grabó video con la cámara web para pasarlo después por youtube o algo así... Algunos amigos que nunca nos habían visto tocar... o sease, surtidito.

Ya extrañaba estar tocando. Además la casa PicaPica sufrió una serie de transformaciones dramáticas y muchas muy convenientes, los ensayos creo quedarán más chidos. Transmitiremos por internet con una camarita web a los que quieran exponer sus ensayos y se va a poner bien weno.

Ya hace falta fiesta en FIN DE SEMANAAA!

miércoles, marzo 10, 2010

Maíz

En medio de centenares de personas pasando segundo a segundo por la ya de por sí estrecha acera de Avenida Ricarte y que se acorta más gracias a dos parabuses y vendedores ambulantes que cubren toda la banqueta, había yo visto un puesto nuevo donde venden quesadillas y gorditas.

Ahí me senté a desayunar hoy (12:00 pm hora estándar). No lo había hecho antes porque acostumbro, en esa zona, otro puesto que está más adelante donde tienen una salsa de molcajete muy buena y además porque sentía ese lugar algo incómodo. Es verdad cuando digo que centenares de personas pasan segundo a segundo; no es hipérbole, es literal.

Mientras esperaba mi huarache, captó mi atención la manera en que la mujer preparaba el alimento. Paciencia para que la masa adoptara la forma esperada; caricias para que estuviera suavecita. Aplicación al fuego con precisión; que no se queme pero que se tueste bien y que conserve suavidad al interior.

Captó mi atención porque no era una preparación normal como estamos acostumbrados en el DF, apurada, con prisas por la demanda. La mujer preparó mi huarache (y posteriormente una gordita de chicharrón con queso) con tranquilidad y cariño hacia la masa. Me sentí inmerso en un ritual cotidiano.

¿Por qué no sentimos respeto por esas raíces? Al menos una actitud de sorpresa y veneración ante costumbres y ritmos diferentes a nosotros, occidentalizados. Vemos documentales sobre la vida de los indios (de la India) o los africanos y nos parecen maravillosos pero junto a nosotros tenemos un pueblo que vive más cercano a la tierra, al maíz, a la naturaleza, con un andar tranquilo y pausado, y pocas veces apreciamos su encanto.

Calificación para la gordita: 9; sigo prefiriendo la salsa molcajeteada y picosísima del puesto anterior.