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lunes, julio 11, 2011

El amor es libertad

Estoy harto de la gente que es esclava de sus miedos. Gente atada a su sillón frente a la tele, obligando al cerebro a consumir porquerías de ingestión fácil y digestión inexistente.

Gente enamorada de sus enfermedades, quienes conocen a la perfección los nombres de ellas, los síntomas, los medicamentos para tratarlas (cada día hay uno nuevo) y los padecimientos que causan. Esto les proporciona seguridad al evitarles riesgo de tener que dominarse mejor.

Adictas a sus relaciones insatisfactorias, enganchadas por el persuasivo y efectivo miedo. Miedo a dejar ser libre al otro; miedo a ser libre uno mismo. Relaciones que aprisionan, que esclavizan, que encierran y obvio, asesinaron al amor hace mucho tiempo.

Porque aunque suene a cliché, el amor sólo nace en libertad.

El hijo de Psique y Eros se llamó Placer.

El amor sensual, el que produce placer real, se da cuando concilian la inteligencia, el cuerpo y las emociones. Un acto erótico es un acto de vida, de triunfo sobre la muerte. Un acto de amor es una explosión creativa. El amor sólo nace en en entorno libre, no esclavizado. Mientras tanto puedes conformarte con la lujuria, con la embriaguez, con la diversión ligera que no es mala.

Enamorarse de la insatisfacción es adorar lo que nos hace débiles. Afrontar el amor real no es fácil en tanto que no es ligero y conlleva compromiso, esfuerzo y sacrificio.

Los esclavos atraen el dolor, siempre. Nos llevan a nosotros los iluminados, a los caminos de la tortura y la negación.

Lars Von Trier, propone  (según yo) en su película Manderlay, que el esclavo ha sido por tanto tiempo esclavo, que cuando sale de esa condición no sabe manejar la libertad y buscará regresar a la esclavitud tan pronto como le sea posible. Incluso se siente ofendido por quien lo encaminó hacia la libertad e intentará lastimarlo.

Nada más cierto y aplicable de igual forma con los esclavos emocionales. Ellos no conocerán el amor y si lo llegan a conocer, inmediatamente regresarán a su esclavitud y a su insatisfacción; luego, buscarán lastimar al amor verdadero.

Falsos mártires. Los encontrarás llorando por ahí, SIEMPRE, y te contarán que dejaron ir algún amor por no ser dignos, por no hacerles daño. Pero siempre están llorando. Sí, son adoradores del dolor. tanto de sentirlo como de infringirlo. Ten cuidado, es seguro: te lastimarán.

Whos gonna save my soul, now?

Me, only me.

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