Etiquetas

domingo, agosto 10, 2008

scrooge del amor!

Me doy cuenta de que soy adicto a la sustancia que produce el sentimiento de extrañamiento, de la cual no conozco el nombre científico así que la llamaremos aquí la extrañalina.

La extrañalina me hace disfrutar el hecho de extrañar. Extrañar es lo que suple por ahora mi capacidad para enamorarme. Me sale mejor extrañar.

Extraño a Mariana (sobre todo, siendo sinceros), a Frida, a Anel y a Susana. Hasta ahí llega el efecto de la extrañalina. Ya sería demasiado que me remontara hasta la secundaria o la prepa! sería mucho. Incluso hay relaciones más o menos recientes que no extraño. No extraño a Ileana, ni a Ale, por ejemplo. La brevedad, la intensidad del sentimiento, lo recíproco del asunto.

La verdad la que tiene la culpa de esto es Mariska. Con ella inició mi adicción. Casi estoy seguro que se debe a que terminamos con un exabrupto. Un rompimiento interno brusco y un posterior silencio total de su parte. No sólo eso, cerró cualquier puerta para mí.

Ya no quiero ser adicto, habrá asociaciones de ayuda paa dejar el vicio?

Hola, me llamo Javier y soy extrañalinadependiente.

2 comentarios:

Susi*Pop dijo...

Uy corazón... eso se llama estar enfermo de nostalgia y sólo se quita dejando ir y viendo hacia adelante. Dura años... toda la vida... o unas horas, todo depende de qué tan profunda esté incrustada. Puedes preguntarte qué es lo que extrañas, seguro es algo que no has encontrado en tí mismo y por eso crees que te hace falta.
Te quiero

Jacka [Killer Queen] dijo...

¿No te gusta tu presente? ¿No lo disfrutas?

Coincido con Susi*Pop.

No sé, a mí eso de la nostalgia siempre me ha salido mal. Creo que no traigo ese chip incluido o quizá aprendí pronto a dejar ir, a que hay gente que sólo llega a nuestras vidas por instantes; personas que chocan su existencia con la nuestra, sacan chispas y luego se van.
Hay que aprender a disfrutar de la magia que tiene lo efímero...